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100 1 _aBrey, M. Sofía,
_d1933-2020
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245 1 0 _aEl trabajo y el tiempo libre de la mujer :
_bevolución reciente y normativas internacionales /
_cMirta Libertad Sofía Brey de Teitelbaum.
260 _aBuenos Aires :
_bDunken,
_c2021.
300 _a278 p. ;
_c23 cm.
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505 0 _aCapítulo 1. La mujer y el empleo en el mundo de hoy. Situación y tendencias -- Capítulo 2. La mujer y la pobreza -- Capítulo 3. El trabajo no remunerado de la mujer -- Capítulo 4. Las normas internacionales relacionadas con la mujer y su trabajo -- Capítulo 5. La crisis actual y el debate sobre las formas de superarla –algunas de las propuestas formuladas.
520 3 _aLa historia nos demuestra que la problemática de las relaciones de poder entre los seres humanos es compleja y variada y que, en su permanente evolución, ha involucrado diversos sistemas valorativos. El trabajo, mediante el cual el ser humano transforma la naturaleza y de ese modo asegura su subsistencia y su propia transformación permanente, no ha constituido históricamente un elemento de poder para quien suministra la fuerza de trabajo. Por el contrario, en las jerarquías establecidas desde muchos siglos atrás, la fuerza física y más tarde el manejo de las armas o la propiedad de bienes, combinados con el ascendiente o dominio religioso o ideológico, otorgaron poder y fuerza de decisión social, mientras que quienes suministraban la fuerza de trabajo se vieron sometidos a las reglas y valores impuestos por los dueños del poder. Dentro de los distintos esquemas de poder, la mujer fue durante siglos un elemento social subsidiario al que se le asignó un papel reproductor y productor, con funciones precisas que no debía sobrepasar. En este trabajo no se intentará determinar en qué momento de la historia se estableció la estructura patriarcal de la familia y la sociedad como una constante de la organización social. Interesa, en cambio, destacar que la relación de dominación ejercida por el hombre sobre la mujer es una de las múltiples formas de las relaciones de poder social que se expresa en diversos órdenes y de diferentes maneras. Las relaciones de poder se manifiestan en todas las instancias sociales: la familia, la religión, el trabajo, la cultura, la economía, la lengua y hasta en el descanso y el juego. La dominación se ejerce por las vías más variadas y no sólo por la represión y la violencia. En virtud del carácter esencial del trabajo para la supervivencia y la evolución de la humanidad, las relaciones de poder en ese campo son particularmente importantes y contribuyen de manera definitoria a determinar la forma y las condiciones de vida de los individuos y los grupos sociales. Por supuesto, los mecanismos de dominación en el campo del trabajo constituyen sólo un aspecto de las relaciones sociales inseparable de todos los demás mecanismos, funciones y relaciones que forman la trama de un sistema. En este trabajo se intentará desentrañar de qué manera el sistema general se apropia de los diversos mecanismos a fin de hacerlos funcionar en beneficio de los más altos núcleos de poder en una escala de jerarquías en la que la mujer suele resultar subordinada a varios poderes y víctima o instrumento de un sistema que no sólo la acosa con cargas desproporcionadas sino que además pretende hacerla responsable de los errores cometidos por quienes tienen el poder de decisión en el sistema. (Descripción del editor).
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